Durante el día las calles de Roma se llenaban de bullicio, comerciantes roncos por vociferar sus mercancías, algarabía de niños jugando, personas paseando, comerciantes de esclavos pujando, viajeros cansados, maestros de escuela intentando adoctrinar a sus alumnos, un encantador de serpientes, mendigos, prostitutas y por supuesto músicos, danzarines, cómicos y malabaristas. Los circulatores, charlatanes o trotacalles. Los grallatores, que andan sobre zancos Los funambuli, petauristae, o schoenobates que andan o bailan sobre una cuerda.....