Las sociedades de payasos militares como los Guerreros de Arco de Cuerda Invertida Cheyenes, a menudo llevaban armas cómicas o ridículas, pero también mostraban su valentía absurda en la batalla, provocando que el enemigo dejara su disciplina y cohesión con insultos. Por ello, a veces montaban a sus caballos hacia atrás en la batalla.