En 1714, Barcelona era un poblacho de 37 mil habitantes, Madrid tenía 120 mil habitantes. Cádiz, Sevilla, Bilbao…, eran ciudades que duplicaban en habitantes y riqueza a Barcelona. El comercio de Indias estaba monopolizado por los puertos del antiguo Reino de Castilla y Cataluña era una de las regiones más miserables de España. El denostado Borbón cambió el destino de las mercaderías al puerto de Barcelona, los puertos atlánticos se empobrecieron y Barcelona subió como un trueno.