Ofrecer un análisis del guión de “El Gran Hotel Budapest”, nominado al Oscar, supone todo un desafío, pues se trata de una juguetona película, que rehúye los encasillamientos facilones, muy acelerada en su progresión, y dedicidamente de estructura poco convencional. Wes Anderson ;confiesa haberse sentido inspirado por la obra de Stefan Zweig, y tendremos que creerle. Pero más allá del nacimiento de este autor en el imperio austrohúngaro, y la capacidad de sorprender ahondando con originalidad en la naturaleza humana, pocas conexiones claras má