No es la Atenas que recordaba, pero sigue siendo ella. Hace más de treinta años que no volvía a esta ciudad, escala frecuente por barco y avión en mis viajes profesionales. El lugar sucio y ruidoso que conocí nada tiene que ver con la urbe moderna, tan parecida a cualquier otra, llena de tiendas, bares y turistas, integrada desde hace tiempo en el parque temático en que se ha convertido Europa. Atenas es hoy una ciudad agradable, organizada para pasear y sentarse a tomar una copa o comer en sus innumerables restaurantes. Camino desde mi...