(...) Sin embargo, las prostitutas podrían haberle llorado por otro motivo: según varios testimonios, el científico era un habitual de los prostíbulos de la capital, un personaje que se había incluso hecho amigo de muchas de aquellas mancebas que ejercían su profesión en los antros de lenocinio, sobre todo en la zona de Huertas, en el barrio de Las Letras, a un paso de su estudio de la calle del Príncipe y de la Facultad de Medicina, en Atocha. Allí, en la calle del León y aledañas, abundaban los prostíbulos y también las consultas de venéreas.
|
etiquetas: ramón y cajal , fotos , prostitutas