Ya se sabía que una explosión de fuegos artificiales de zinc se produce cuando un óvulo humano es activado por una enzima del esperma, pero ahora se sabe que el tamaño de estas "chispas" es una medida directa de la calidad del óvulo y su capacidad de convertirse en un embrión, según una nueva investigación de Medicina de Northwestern. El descubrimiento podría ayudar a los médicos de fertilidad para elegir los mejores óvulos para implantar en una fecundación in vitro (FIV o IVF por sus siglas en inglés). Rel.:
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