Si aquí hemos tenido a Rubiales, entre otros, allí el papelón lo desempeñó Carlos Cordeiro, presidente de la USSF, licenciado en Harvard y ex socio de Goldman Sachs, pero que tuvo el valor de sostener durante las negociaciones previas a la denuncia que las mujeres tienen menos capacidades físicas que sus homólogos masculinos, que el fútbol masculino requería un mayor nivel de habilidad, velocidad y fuerza, y que eso explicaba que cobrasen menos.
|
etiquetas: futbol , femenino