Para conseguir un diseño más aerodinámico, el morro de la cabina se hizo en forma de cuña, con el techo ligeramente inclinado. En la parte delantera había un motor de avión que hacía girar una hélice de madera de dos palas de casi tres metros de diámetro, mientras que las partes central y trasera de la cabina estaban destinadas a transportar hasta 25 pasajeros. El diseño se proclamó un éxito y los constructores decidieron probarlo con gente importante a bordo. Esto fue un trágico error.
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