“El relato va siempre por delante de la historia”, admite Viñas, “es lo lógico, porque el relato se esgrime con fines políticos: Vox habla de los comunistas como si estuvieran todavía con el cuchillo entre los dientes, es una estupidez como un pino, pero vende. Que Franco es el genio militar de todos los tiempos, vende. ¿Por qué? Porque hay un público receptivo que ha sido engañado, triturado, manipulado y además no se da cuenta de ello”.