Los finlandeses quieren eliminar las asignaturas escolares: no habrá más clases de Física, Matemáticas, Literatura, Historia, o Geografía. En vez de materias individuales, los estudiantes examinarán eventos y fenómenos en un formato interdisciplinario. Por ejemplo, la Segunda Guerra Mundial será examinada desde la perspectiva de la historia, geografía y matemática. El formato tradicional de comunicación entre el profesor y el estudiante también va a cambiar: no tendrán que seguir sentándose en sus escritorios.