Cultura y divulgación
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Una pintura de la Crucifixión San Pedro para exigir espiritualidad al papa

La Capilla Paulina del Vaticano fue concebida como un lugar para celebrar el cónclave de elección papal. Hoy este acto se hace en la Capilla Sixtina, pero la Paulina es el lugar donde el nuevo papa, recién elegido, reza en solitario antes de darse a conocer en la Plaza de San Pedro. En este contexto de los cónclaves, Miguel Ángel creó el fresco de la Crucifixión de San Pedro (1545-1550). En él, el santo, tonsurado, mira fijamente al espectador con gran fuerza espiritual, pureza y renuncia. Una pintura que advierte al nuevo líder del catolicismo

| etiquetas: miguel ángel , arte , pintura , renacimiento , vaticano , san pedro

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