A Pepe Ribas (Barcelona, 1951) le brillan los ojos cual hombre de la pradera a la hora de habar de contracultura. No se ha tomado ningún ácido, que sepamos. Tan solo notamos que le fascina divagar sobre un período que vivió en primera persona y que luego se ha dedicado a estudiar con profesionalidad y ahínco. Como juez y parte, desde que publicara en 2007 Los 70 a destajo, sus imprescindibles memorias, Ribas ha ido construyendo un relato detallado de cuanto aconteció al margen de los márgenes durante los últimos coletazos del franquismo.
|
etiquetas: entrevista , pepe ribas , contracultura