Ya nadie habla castellano en Alphonso Street. Sobre esa calle de Dowlais (Gales) se configuró, a principios del siglo XX, una colonia de obreros procedentes de los Altos Hornos de Bilbao. No todos eran vascos. Como mínimo, partieron también una treintena de burgaleses. Muchos revitalizaron el movimiento anarquista y se quedaron de por vida en el país. Judith Evan, nieta de un matrimonio oriundo de Las Merindades, se reencontrará estos días con sus raíces familiares. Se perdió el idioma, pero jamás la memoria colectiva.
|
etiquetas: obreros del metal , historia