Hace casi 5.000 años, mucho antes de que las grandes vías comerciales este-oeste de la Gran Ruta de la Seda fueran atravesadas por Marco Polo, nómadas en busca de pastos abrieron este camino. El estudio combina análisis por satélite, geografía humana, arqueología y sistemas de información geográfica para mostrar que el 75% de la Ruta de la Seda coinciden con las veredas para el movimiento de los rebaños hacia y desde los principales prados de montaña. En español:
goo.gl/OaVGxh