“Los neurohistólogos de su tiempo, sobre todo alemanes, decían que sus dibujos solo eran interpretaciones artísticas de la realidad”. Sin embargo, lejos de amilanarse, Ramón y Cajal hizo famoso su grito de guerra: “puestos a tenacidad, a los aragoneses que nos echen alemanes”. El descubrimiento de las espinas dendríticas pasó casi de puntillas por el homenaje de la Academia Sueca a su trabajo. Según De Felipe, “fue necesario esperar medio siglo para que la microscopía electrónica confirmara que las espinas dendríticas eran postsinápticas”...
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