Envío erróneo o controvertido, por favor lee los comentarios.
Cuenta Elio Esparciano en Historia Augusta (siglo IV) respecto del emperador Adriano que «Se bañaba frecuentemente en público y mezclándose con todo el mundo. Por ello, se hizo célebre aquella broma de los baños: en una ocasión en que vio a un veterano al que había conocido en el ejército restregarse en la pared la espalda y el resto del cuerpo, le preguntó el motivo por el que se rascaba en el mármol y, cuando oyó que actuaba así porque no tenía esclavo, le regaló esclavos y dinero para que los mantuviera.
|
etiquetas: roma , termas , adriano