Frank Westerman era un estudiante holandés de 21 años cuando pasó unos meses viajando por España. Un día se puso a hacer autoestop con un amigo, en el extrarradio de Girona, con un cartel en la mano: FIGUERES. Pasaban las horas y no paraba ningún coche. Por fin, paró alguien y, aunque iba en otra dirección, se subieron al coche. Acabaron en Banyoles. Antes de llegar a su azaroso destino, el conductor les dijo: "Banyoles tiene un magnífico museo de historia natural. El más antiguo de la provincia, famoso por su negrito disecado"
|
etiquetas: banyoles , bosquimano , frank , westerman , disecado , figuered