La biología nos da una sorpresa fruto del aislamiento y otros factores externos. Se trata de un cocodrilo muy especial que habita en las cuevas de Abanda, en Gabón (África) y que hasta el momento eran catalogados como cocodrilos enanos africanos. Su hábitat aislado ha provocado un cambio en su genética y dentro de muy poco determinarán si constituyen o no una especie diferente. Fuente en inglés:
www.theguardian.com/environment/radical-conservation/2018/jan/29/orang