En 2007, cuando recibió el premio Príncipe de Asturias, Amos Oz daba cuenta de su actividad intelectual un día cualquiera: "Me levanto a las cinco de la mañana y paseo por el desierto. Eso me viene bien para mantener cierta distancia frente a la grandilocuencia de algunas palabras (nunca, para siempre, jamás). La mañana la dedico a mi obra literaria, luego hago una siesta y por la tarde me toca batallar por la paz. Escribo a mano, con bolígrafos diferentes (uno azul, otro negro) según sea una novela o un artículo contra el Gobierno.
|
etiquetas: amos oz , escritor israelí