Estamos de suerte porque parece que hemos desarrollado, sin quererlo, una solución para paliar el deshielo del Ártico: montañas de mierda. 300 billones de plásticos nómadas se han ido a vivir al santuario del PVP que tenemos allá arriba y que ya es la mayor reserva de escombros del planeta. Ahora, los osos polares y los inuits podrán cabalgar entre bolsas del Mercadona, litros de Pepsi y carcasas de 8mm. El epicentro de esta gigantesca isla de poliuretanos está medio camino entre el mar de Kara y el norte total del planeta.
|
etiquetas: montañas , mierda , icebergs , ártico , deshielo , plástico