El Long Lines Building tiene 169 metros de altura, tiene 29 plantas y está preparado para el autoabastecimiento energético. Se sitúa en el 33 Thomas Street de Nueva York y, al contrario que los rascacielos acristalados de la Gran Manzana, este no tiene ventanas. El edificio fue diseñado en 1969 por John Carl Warnecke y se terminó en 1974. Es un ejemplo de arquitectura del brutalismo, hecha con hormigón crudo. Sus muros sin ventanas tienen una explicación que lo aleja de leyendas: es una torre de telecomunicaciones que no necesita luz natural.
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