Estudios de exploración cerebral muestran que los pacientes de misofonía tienen cerebros programados para producir respuestas emocionales excesivas -sobre todo de ira- ante determinados ruidos cotidianos. ¿Eres uno de ellos? Se trata de una condición conocida como misofonía, que es mucho más que ser sensible a ruidos como el que produce un tenedor raspando un plato. "Siento que hay una amenaza y tengo el deseo de atacar, me pongo en modo 'pelea o huida'", dice la paciente Olana Tansley-Hancock, de 29 años, de Kent, Reino Unido.
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