Mientras el vikingo se muestra como un bélico salvaje con aptitudes para la navegación y el saqueo, el espartano es presentado como un saco de testosterona con forma humana, la máxima expresión de la disciplina militar, un ser humano nacido y criado para la guerra, cuyo único fin digno es en combate. Como tantos grupos tan icónicos asociados a un pueblo, la realidad no es tan extraordinaria.La información de las costumbres de Esparta de los siglos V-IV a.C. nos llega de varias fuentes. Las principales son...
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