La falta de autonomía doméstica es profundamente injusta para las mujeres de tu entorno, que tienen que encargarse de limpiar tanto su mierda como la tuya. Pero también es bastante triste para ti, puesto que te convierte en un parásito, en alguien cargante y ridículo, que depende de los demás para los actos más básicos de la vida cotidiana. Y nadie quiere tratar con una persona así. No creo que una persona tenga derecho a reclamar para sí la categoría de “adulto” mientras no sepa manejarse en lo doméstico. Si no eres capaz de hacerte la...
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