"Badura-Skoda opta aquí por una aproximación incisiva, de una gran vitalidad y fuerza. Su Waldstein nos gana desde el principio: el primer tiempo es realmente un allegro con brio, los ataques son de una agresividad enorme, los sforzandi y los contrastes dinámicos de una tensión inusitada. Toda la sonata está envuelta en una inconfundible atmósfera beethoveniana, y aunque la articulación no es superlativa, el pianista obtiene un claro beneficio de la peculiar claridad que proporciona el instrumento." (Scherzo nº 24, mayo de 1988)
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etiquetas: música clásica , fonografía , composiciones de 1804 , grabaciones de 1987