El yacimiento arqueológico del Balneario es único por muchos motivos. Para empezar, porque posiblemente se trató del primer edificio de carácter oficial de Lucus Augusti. No era una vivienda privada ni una construcción civil, sino parte del propio imperio. Y arquitectónicamente hay algo que lo diferencia: sus bóvedas. En la actualidad, cualquier visitante puede adentrarse en tres de las cámaras que se conservan e intuir una cuarta, lo que permite hacer un viaje de dos mil años en el tiempo.
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