Al quedarse viuda y con un hijo pequeño a su cargo, esta mujer recibió como herencia toda la obra de Vincent van Gogh y toda la correspondencia que había intercambiado con su hermano Theo, su difunto marido. Entonces empezó el proyecto de su vida: dar a conocer al mundo el gran pintor que había sido su cuñado y que por entonces nadie reconocía. Johanna se convirtió en un agente fundamental para que la obra de uno de los artistas más conocidos del mundo no cayese para siempre en el olvido.
|
etiquetas: johanna van gogh-bonger , mujer creó van gogh