Durante la Batalla de Inglaterra las baterías antiaéreas británicas necesitaron mil ochocientos proyectiles por cada avión alemán derribado. Para aumentar la efectividad de las defensas antiaéreas se necesitaba un tubo de vacío y una batería que resistiesen ser disparados por un cañón. Todo ello con los medios de 1940. La espoleta radar de proximidad VT fue la solución de EE. UU. a este desafío de ingeniería. El video describe su funcionamiento y proceso de diseño.
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