El Hotel Attraction llevó a la ruina a sus dueños hasta el punto de que el estado de Nueva York tuvo que comprar el edificio a finales de los años 30 para evitar su demolición; le cambió el nombre por el de Gran Hotel y asumió que la condición del mismo nunca sería la de la rentabilidad económica sino la del símbolo y el reclamo urbano. Es probable que el estado de Nueva York jamás recupere la inversión del Gran Hotel, pero todo sea por conservar el único rascacielos que construyó Gaudí. El único edificio verdaderamente modernista que se levant
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