Las maniobras de los insectos voladores son inalcanzables incluso para los mejores pilotos, y esto puede deberse a que no obedecen a las mismas leyes aerodinámicas de los aviones. Para doblar su velocidad de vuelo, un avión deberá aumentar el empuje cuatro veces para contrarrestar la resistencia más fuerte al viento. En contraste, encontramos que el aleteo tiene un arrastre que está en proporción directa con la velocidad del vuelo. Para ir dos veces más rápido, un insecto necesita simplemente doblar su empuje.
|
etiquetas: insectos voladores , aeronáutica , aleteo , leyes aerodinámicas