MacLeod se encontraba sentado en una de las filas lejanas del Madison Square Garden. Sus ojos se dirigían a la lucha entre dos púgiles del cuadrilátero, pero en realidad su mente estaba en otro lugar, en el pasado. Muchos años atrás. Escocia, 1535 A.D, la vida se vivía de otra manera, más tranquila, siempre y cuando uno no tuviese que guerrear, en tal caso cada día era un ser o no ser. Qué bueno que el Clan MacLeod siempre salía invicto del combate. Salvo ese día. El día en que Connor MacLeod murió.
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