Greta Thunberg marcó el camino. Que los niños se estén saltando las clases para tomar la iniciativa moral es una denuncia a la complacencia adulta. Tal es el caótico estado de nuestro mundo al revés que los niños son ahora los adultos y los adultos son los niños. En Westminster, nuestros supuestos líderes –hombres y mujeres maduros añejos- siguen pataleando y pidiendo lo que nadie puede darles. Insisten en que les deberían permitir devorar todo el pastel de cumpleaños y que todavía les quede pastel para comer, amenazan con marcharse enfadad
|
etiquetas: activismo , movimiento estudiantil , cambio climático , greta thunberg