El traslado en vagones de ganado, el hambre, “los ejércitos de piojos, chinches y pulgas” (que hacían que la ropa se moviera sola por el suelo, evocaba un preso), las enfermedades (tifus, tuberculosis, sarna...), la falta de asistencia sanitaria y de condiciones higiénicas, el hacinamiento, las humillaciones, el frío y el calor extremos..., las palizas y torturas letales, el trabajo forzado en muchos casos, el miedo a morir en cualquier momento... “Les quitaban sus pertenencias y la ropa nada más llegar, les rapaban el pelo y les convertían..
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