El análisis de los fósiles de Aegyptopithecus zeuxis, un ancestro común de los hominoideos (simios antropomorfos como los chimpancés y humanos) y cercopitécidos (monos del Viejo Mundo) revela que la estructura de la cadera de ambos se separó en direcciones opuestas durante el Oligoceno (hace más de 23 millones de años), dando lugar a diferentes posibilidades de movimientos. Art en Nature (ENG):
www.nature.com/articles/s41467-019-12742-0