En 1798 Francisco Fabián y Fuero encargó que le trajesen muestras de un fruto sudamericano, el cacahuete, con las que esperaba enriquecer la colección del jardín botánico de Puzol. El responsable de cumplir el encargo fue el canónigo Francisco Tabares de Ulloa, que de esta forma se convertiría en el introductor del cacahuete en la Península Ibérica. La especie pronto despertó interés. Ese mismo año se experimentó para obtener chocolate a base de cacahuete tostado, resultando que el producto final no solidificaba a causa de su riqueza en grasas.
|
etiquetas: aceite , cacahuete , fábrica , fruto seco , españa , marchalenes , industria