Otro ejemplo lo tenemos con Luisa Garrido Sánchez y el expolio que sufrió a manos de Carlos Pinilla Turiño. Este Gobernador falangista le impuso una sanción de 10.000 pesetas y la amenazó con una multa diaria por esa misma cantidad hasta que vendiera el terreno que ocupa actualmente el barrio que lleva el nombre del represor franquista en los ayuntamientos de León y San Andrés. Finalmente, debido a la presión decidió vender el terreno en 1943. El Tribunal Supremo desestimó la denuncia de la familia y rechazó una indemnización de 34,6 millones.
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