Todos tenemos un padre y una madre biológicos. Ellos, a su vez, tuvieron los suyos, de manera que todos tenemos dos abuelos y dos abuelas. Si seguimos la secuencia hacia atrás: ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, etc. Si cada generación está separada de la anterior por 30 años, podríamos haber llegado a tener unos 16 000 ascendientes al comienzo del siglo XVII, unos 16 millones a principios del XIV y unos 16 000 millones en los albores del XI, hace unos mil años. A estas alturas ya se habrá dado usted cuenta de que eso es imposible...
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