Cada vez que alguien de izquierdas exige mejoras laborales recibe una respuesta automática: “eres un vago que no quieres trabajar”. Al principio yo lo negaba: “no, eso es mentira, sí queremos trabajar, pero queremos hacerlo en condiciones dignas”. Pero ahora lo asumo. Tienes razón, persona de derechas: no quiero trabajar para ningún empresario, por muy buenas que sean las condiciones que me ofrezca. ¿Y sabes qué? Que tú tampoco. Porque el trabajo asalariado es asqueroso. Intrigas y traiciones por cuatro duros, gritos y humillación de jefecillos
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