La profesora del departamento de psicología Kelly Lambert de la Universidad de Richmond quería saber cómo afecta al cerebro de las ratas aprender tareas nuevas, más complejas que las que se les enseñan normalmente. Para ello construyó coches aptos para roedores que tienen que conducir para llegar en el circuito a unos cereales Froot Loops. Descubrió una gran plasticidad cerebral frente a tareas complejas y que conducir relaja a las ratas. La siguiente fase del estudio ayudará a estudiar el párkinson. En español:
bit.ly/2p6FhRM