Igual que ahora se mira la historia de Afganistán u Oriente Medio, con sus facciones yihadistas y débiles movimientos democráticos que no logran imponerse en una «guerra eterna», no debía ser muy distinta la España del XIX para los observadores de los lugares más avanzados del mundo. Un país exótico, imperio en tiempos pretéritos, sobre el que caían intervenciones extranjeras criminales y guerrilleros de todo pelo se consagraban a principios delirantes, como el carlismo y sus intentos de restauración de un pasado edénico basado en el absolutism
|
etiquetas: cura merino , empecinado , guerrilleros