Cementerio de Palma, 1950. Una mujer de mediana edad deposita un ramo de flores en la tumba de Emili Darder Cànaves. Han pasado 13 años desde que lo mataron, desde que ella y su hija dejaron Mallorca para sobrevivir en el exilio. Pero la añoranza es más fuerte que el miedo y han vuelto. La visita al camposanto es lo primero que hacen después de bajar del barco, explica a Llorenç Capellà en una entrevista publicada en el periódico Baleares el 28 de diciembre de 1986. M
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