Así que aprovechando el drag-escándalo te invito a que nos demos una vuelta por las supuestas ofensas a la religión que a lo largo de la historia hemos vivido, no vaya a ser que algún día nos prohiban reproducirlas y ya no podamos juzgarlas con nuestro propio criterio. Si alguien quiere ofenderse, aquí tiene blasfemias para dar y regalar pero oiga, yo soy un mero trasmisor, no soy el autor de ninguna de estas obras…¡¡Téngalo en cuenta, señor fiscal!!
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