Las dotaciones de los buques españoles de la época eran buenas, se les podía achacar de impericia por falta de práctica de navegación en alta mar, pero nunca de mal comportamiento o de insubordinación; no eran, como dijo Pelayo Alcalá Galiano, gente proterva sacada de los presidios, y pilla recogida en levas, sujeta a la obediencia por el temor al castigo que pudiera inflirgirles la guarnición de a bordo...
|
etiquetas: disciplina , marina , buques , armada , castigos