Miles de armenios llegaban a Japón huyendo del genocidio en Anatolia. ¿Era verdad que habían atravesado la inmensidad de Rusia? Sí, y también que Japón no era más que una escala de un viaje que debía acabar en Estados Unidos. Se desangraba la segunda década del siglo XX y Diana Apcar dedicaba su vida a asistir a los supervivientes de una odisea infernal. ¿Quién era aquel ángel? ¿Qué hacía en el fin del mundo? ¿Por qué les ayudaba?
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