La primera medida para paliar el efecto de la televisión bajo demanda en las cadenas tradicionales está en controlar esa duración de los programas y series. Atresmedia ya ha anunciado que todas sus series pasarán a durar 50 minutos desde enero. No hay marcha atrás. El nuevo espectador demanda productos más cortos. Los canales tradicionales yaquis siguen creando bloques reconocibles y fáciles de recordar en la memoria para que su audiencia acuda en tropel. El prime time es inalterable de 8 a 11 de la noche, y el espectador sabe que hay una serie
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