De todos son conocidas las diversas propuestas acerca de la frase inicial del Quijote pero se echa en falta, sin embargo, un análisis estrictamente lingüístico. La construcción sintáctica "(no) querer acordarse de" era sobradamente conocida y usada en los ss. XVI y XVII. Ya en 1557 Gonzalo Fernández de Oviedo, en su Libro XXII de su Historia general y natural de las Indias, revela al lector su voluntad de no querer acordarse de ciertos aspectos. Recapitulando, Cervantes no crea ninguna expresión, ni la dota de un nuevo sentido.
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