La acidificación de los océanos queda registrada en los cristales del esqueleto de coral. Este hecho supone una nueva herramienta para el estudio de los cambios ambientales del pasado y luchar contra el cambio climático. Esta es la principal conclusión de un estudio liderado por el científico español Ismael Coronado Vila, del Instituto de Paleobiología de Varsovia (Polonia). Art. en Nature Communications (ENG):
www.nature.com/articles/s41467-019-10833-6