En el año 193 d.C., ante el caos sucesorio que vivía Roma tras la muerte de Cómodo, un general romano destinado en Panonia fue proclamado emperador por sus legionarios, marchó sobre la capital y con la aquiescencia del Senado entró en la ciudad. Se llamaba Septimio Severo y afianzó su poder de una forma expeditiva, invitando a un banquete a la misma Guardia Pretoriana que había dado muerte a sus dos predecesores, pero con una trampa oculta en la invitación.
|
etiquetas: septimio severo , poder , roma , engañando , pretorianos