La causa del hundimiento del Imperio romano de Occidente fue la avaricia de las élites, las luchas intestinas que entablaron entre sí para alcanzar el poder y su creciente desapego del Estado, afirmado en la creencia equivocada de que podían prescindir de él y de las garantías que brindaba debido al respaldo que les proporcionaban sus propias fortunas. En el 425 d. C., las rentas de la vieja aristocracia romana eran altísimas. Una sola familia obtenía 4.000 libras de oro al año, la mitad del presupuesto militar romano.
|
etiquetas: caida , imperio , romano , millonarios , avaricia